El modelo económico que encabeza Luis “Toto” Caputo, diseñado al milímetro para los intereses del capital financiero, vuelve a chocar con su propia fragilidad: el FMI advirtió que las reservas internacionales siguen “críticamente bajas” y que aún no se cumplen las metas del acuerdo en lo referido a acumulación de divisas.

En su último Reporte del Sector Externo, el organismo de crédito sostuvo que el Gobierno necesita “políticas macroeconómicas estrictas” para sostener el superávit comercial y evitar una nueva crisis. La advertencia llega justo cuando el Directorio del Fondo debe aprobar la revisión técnica que habilitaría el desembolso de 2.000 millones de dólares.

Mientras tanto, el drenaje de dólares no se detiene. Según un informe del Centro CIFRA de la CTA, el 44% del primer desembolso del FMI se esfumó en apenas mes y medio a través de la fuga de capitales. Solo en mayo se registró una formación de activos externos que superó los promedios de todos los años relevados por el Banco Central.

El “salvataje” del FMI sirvió para apagar una corrida, pero no para estabilizar la economía real. Los dólares que entran por la deuda se van por la canaleta de la especulación.

Más deuda para sostener el modelo

Lejos de reducir la dependencia externa, el gobierno suma nuevos préstamos por 1.500 millones de dólares. Los decretos 488, 489 y 490 publicados en el Boletín Oficial avalan acuerdos con el BID y el Banco Mundial para financiar reformas estructurales, reducción del gasto y modernización tributaria. No es desarrollo: es más condicionalidad y más sumisión a las recetas del ajuste.

Un gobierno obsesionado con el campo… y con los dólares del campo

Mientras las reservas se evaporan, el ministro Caputo promete al agro lo que no cumple con el resto del país: eliminación total de retenciones, rebajas arancelarias, importación de maquinaria y eliminación del impuesto PAIS. “Es una obsesión”, afirmó, sin explicar por qué la paciencia sólo la debe tener el pueblo mientras el modelo se inclina cada vez más hacia la renta agraria y financiera.

By Brian

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