Apenas mes y medio después de haber recibido el primer tramo del acuerdo con el FMI, casi la mitad de esos dólares ya se esfumaron. Según un informe del Centro CIFRA de la CTA, el 44% del desembolso fue absorbido por la fuga de capitales, bajo la figura de formación de activos externos.

En mayo, el volumen de dólares que abandonó el sistema local superó los promedios mensuales de todos los años relevados por el Banco Central. Una cifra alarmante que desnuda la lógica del modelo económico de Javier Milei y Luis Caputo, basado en el endeudamiento con organismos internacionales y la libertad total para la salida de divisas.

El gobierno celebra el superávit fiscal y la recesión como si fueran logros, pero los dólares no se usan para el desarrollo ni la producción, sino para sostener la bicicleta financiera y alimentar a los mismos sectores de siempre. Una vez más, el crédito del FMI no se transforma en inversión, sino en más deuda y más fuga.

By Brian

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